Tras forrar con tracas de tilo las amuradas y troneras, procedemos ahora a forrar todo el casco de la embarcación.
Antes de empezar el forrado, es necesario preparar la estructura del barco para posibilitar un buen asentamiento de las tracas.
En primer lugar, con ayuda de una lima de grano grueso, afilamos el codaste de la falsa quilla (1) tal y como vemos en la imagen, de este modo, las tracas a ambos lados del codaste se unirán al final de éste y defiirán un grosor final de 4 mm.
También es necesario limar los contornos de las cuadernas extremas, tanto de proa como de popa, así como los refuerzos de proa y popa (21x2 y 30x2) de tal modo que los contornos de las piezas sigan la curvatura natural del casco.
Tras realizar esos rebajes, ya podemos empezar a forrar el resto del casco con tracas de 2x5 mm, esta vez de sapelly. Al igual que en el proceso anterior, estas tracas van a estar sometidas a una importante tensión tanto en proa como en popa, por lo que conviene sumergir las tablas en agua durante al menos 12 horas.
El proceso de forrado del casco se hace de la misma manera que la operación anterior: se cortan las tracas a medida, se les practica pequeños taladros a la altura de las cuadernas para clavarlas en ellas, y se utilizan puntas, cola blanca, e incluso pinzas para fijar las tracas.
En la imagen superior se ha empezado a forrar por la parte central del casco. El borde de la falsa quilla (1) ha de dejarse libre, pues más adelante se pegará una pieza diferente.
A la hora de cortar las tracas de sapelly, se pueden cortar de una sola pieza, es decir, que vayan enteras de proa a popa, o como vemos en la fotografía anterior, por tramos, de tal manera que el empalme entre dos tramos de traca ha de hacerse justo en una cuaderna para que ambos tramos asienten bien. En ese caso, procuraremos que no queden dos empalmes seguidos en una misma cuaderna.
En algunas partes, para aliviar la tensión que soportan las tracas, se recurre a los llamados atunes: cortar a bisel algunas tracas como vemos en la fotografía para que dos tracas no consecutivas converjan.
A medida que el casco se cierra, es necesario cortar tracas a bisel para formar más atunes, de tal forma que la estructura quede completamente forrada.
En el extremo de popa también será necesario biselar atunes para cerrar los pequeños huecos que vayan quedando sin forrar.
A medida que el casco se va cerrando, es necesario biselar más atunes para completar el forrado.
Al completar totalmente el forrado del casco, se pueden tapar los huecos y rendijas más importantes que irremediablemente hallan quedado entre las tracas, bien con una mezcla de cola blanca y serrín de sapelly, bien con pasta de madera.
Y una vez corregidos los errores más notables, se procede al lijado.
Primeramente, se corrigen con lija de grano grueso los salientes de las tracas y el exceso de pasta de madera que halla sobrado, y finalmente, se repasa el casco entero: el forro de tilo más el forro de sapelly, con una lija de grano fino para conseguir un acabado final perfecto.
Y para terminar, se concluye el proceso de forrado cubriendo el interior de las amuradas (33x2) mediante tiras de tilo de 0,6 mm de espesor, las mismas que usamos para forrar las cubiertas. Posteriormente se retiran los excesos del forro para dejar abiertos los orificios de las troneras.
Todo este proceso que hemos hecho a estribor, ha de repetirse igualmente por el lado de babor.