SANTÍSIMA TRINIDAD - 4 - Forrado de troneras

Una vez colocadas las amuradas y troneras, quedando éstas a ras de las cuadernas por su escalón, procedemos a aplicar el primer forrado. Antes de proceder, es necesario lijar las troneras y limar los cantos de las cuadernas, especialmente las de proa, para que las tracas puedan asentar lo más idóneamente posible.
Comenzamos por forrar una amurada (33) por popa:


Tomando dos tracas de sapelly de 2x5 mm, las adecuamos a la amurada (33) por su lado externo de popa, desde la última cuaderna (18) hasta el tercer escalón descendente que presenta la pieza (33). Puesto que éstas y las posteriores tracas van a estar sometidas a una cierta tensión de curvatura, conviene humedecerlas durante unos minutos antes de pegarlas con pegamento rápido. Una vez secas, retiramos con una lima el sobrante. El resultado final se aprecia en la fotografía superior.
Antes se seguir forrando las bandas, debemos cubrir con tracas de sapelly 2x5 mm la parte inferior del espejo de popa, los refuerzos (17x2) nos darán la curvatura deseada.


Como vemos, es necesario respetar el saliente de la pieza (22). Este forrado se realiza desde esa pieza (22) hasta las piezas (20x2).

Volviendo a las bandas, continuaremos colocando más tracas de 2x5 mm, pero esta vez de tilo, y usando puntas y cola blanca para fijarlas.


Cortamos las tracas de tilo de tal manera que abarquen toda la borda, y practicamos taladros de 1 mm de diámetro en aquellos lugares en los que vayamos a utilizar puntas, con el fin de evitar que las tracas casquen. Preferentemente, esas puntas se han de clavar a la altura de las cuadernas para conseguir un mayor agarre.


Comenzamos a forrar el casco de arriba a abajo. En la imagen superior se muestra la colocación de la primera traca de tilo, justo por debajo de las de sapelly. En la parte más a popa se han utilizado puntas para fijar la traca, pero en el resto de la borda se han utilizado pinzas para fijar su posición, ya que las puntas atravesarían la amurada (33) y serían visibles en cubierta.


Las dos primeras tracas de tilo van a requerir de pinzas para su sujección, pero ya la tercera traca se puede clavar en todo su largo. Antes de pegar una traca, debemos marcar y rebajar las partes que queden por encima de los orificios de las troneras con ayuda de un cúter de punta fina, marcando además la posición de los taladros.


A medida que el casco se vaya forrando, se pueden emplear trozos pequeños de traca para cubrir pequeños espacios entre orificios, tal y como vemos en la imagen, siempre que ésto sea posible.


Por la parte de popa, las tracas de tilo no mueren en la penúltima cuaderna (16), sino en la última (18) tal y como vemos en la imagen superior.

Por otra parte, en el extremo de proa vemos que las tracas cubren totalmente las amuradas (33x2), pero al llegar a la cubierta del bauprés, las tracas continúan hasta morir en los refuerzos de proa (30x2) y (31x4). A la altura de la cuaderna (2) las tracas han de soportar una gran tensión, para evitar que se fracturen, es necesario mantener estas maderas al menos 12 horas en agua para que se reblandezcan bien, aún así, hay que doblarlas con cuidado, pudiendo utilizar un secador de pelo o un estañador para dar calor a las tablas y poderlas manejar mejor.




Aunque algunas de estas tracas puedan llegar a fracurarse débilmente, el lijado que daremos más adelante corregirá ese defecto.




Hay que resaltar además que estas tracas mueren en los refuerzos (30x2) y no en la falsa quilla (1), ya que sobre la superficie de ésta se pegará más adelante una pieza de 5 mm de espesor.









Con ayuda de un cúter de punta fina podemos ir corrigiendo las zonas de las tracas que pasan por los orificios de las troneras, tallando cuidadosamente para mantener la proporción cuadrada de los mismos. Con esa misma herramienta también se pueden retirar los salientes más notables que encontremos en el casco forrado, éstos aparecerán preferentemente en las zonas donde las tracas soportan más tensión.










En esta otra imagen vemos la disposición de las tracas en el extremo de popa. Observamos que las tracas mueren ya en la última cuaderna (18) y que tapan los extremos de las tracas de sapelly del espejo inferior de popa. También vemos que las dos o tres últimas tracas de tilo han de soportar también una tensión importante, por ello es imprescindible el uso de pequeñas puntas y humedecer bien las tracas antes de ponerlas.


El resultado final del proceso es el siguiente:


Una vez seca la cola blanca, procedemos a pulir con una lija de grano medio para igualar en la medida de lo posible los salientes y vanos que presentan las tracas de tilo. Seguidamente se retocan con pintura negra los orificios de las troneras con un pincel fino.

El siguiente paso será el forrado completo del resto del casco.

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