SANTÍSIMA TRINIDAD -5 - Forrado del casco

Tras forrar con tracas de tilo las amuradas y troneras, procedemos ahora a forrar todo el casco de la embarcación.

Antes de empezar el forrado, es necesario preparar la estructura del barco para posibilitar un buen asentamiento de las tracas.


En primer lugar, con ayuda de una lima de grano grueso, afilamos el codaste de la falsa quilla (1) tal y como vemos en la imagen, de este modo, las tracas a ambos lados del codaste se unirán al final de éste y defiirán un grosor final de 4 mm.
También es necesario limar los contornos de las cuadernas extremas, tanto de proa como de popa, así como los refuerzos de proa y popa (21x2 y 30x2) de tal modo que los contornos de las piezas sigan la curvatura natural del casco.

Tras realizar esos rebajes, ya podemos empezar a forrar el resto del casco con tracas de 2x5 mm, esta vez de sapelly. Al igual que en el proceso anterior, estas tracas van a estar sometidas a una importante tensión tanto en proa como en popa, por lo que conviene sumergir las tablas en agua durante al menos 12 horas.

El proceso de forrado del casco se hace de la misma manera que la operación anterior: se cortan las tracas a medida, se les practica pequeños taladros a la altura de las cuadernas para clavarlas en ellas, y se utilizan puntas, cola blanca, e incluso pinzas para fijar las tracas.


En la imagen superior se ha empezado a forrar por la parte central del casco. El borde de la falsa quilla (1) ha de dejarse libre, pues más adelante se pegará una pieza diferente.


A la hora de cortar las tracas de sapelly, se pueden cortar de una sola pieza, es decir, que vayan enteras de proa a popa, o como vemos en la fotografía anterior, por tramos, de tal manera que el empalme entre dos tramos de traca ha de hacerse justo en una cuaderna para que ambos tramos asienten bien. En ese caso, procuraremos que no queden dos empalmes seguidos en una misma cuaderna.


En algunas partes, para aliviar la tensión que soportan las tracas, se recurre a los llamados atunes: cortar a bisel algunas tracas como vemos en la fotografía para que dos tracas no consecutivas converjan.


A medida que el casco se cierra, es necesario cortar tracas a bisel para formar más atunes, de tal forma que la estructura quede completamente forrada.


En el extremo de popa también será necesario biselar atunes para cerrar los pequeños huecos que vayan quedando sin forrar.


A medida que el casco se va cerrando, es necesario biselar más atunes para completar el forrado.
Al completar totalmente el forrado del casco, se pueden tapar los huecos y rendijas más importantes que irremediablemente hallan quedado entre las tracas, bien con una mezcla de cola blanca y serrín de sapelly, bien con pasta de madera.


Y una vez corregidos los errores más notables, se procede al lijado.


Primeramente, se corrigen con lija de grano grueso los salientes de las tracas y el exceso de pasta de madera que halla sobrado, y finalmente, se repasa el casco entero: el forro de tilo más el forro de sapelly, con una lija de grano fino para conseguir un acabado final perfecto.


Y para terminar, se concluye el proceso de forrado cubriendo el interior de las amuradas (33x2) mediante tiras de tilo de 0,6 mm de espesor, las mismas que usamos para forrar las cubiertas. Posteriormente se retiran los excesos del forro para dejar abiertos los orificios de las troneras.

Todo este proceso que hemos hecho a estribor, ha de repetirse igualmente por el lado de babor.

SANTÍSIMA TRINIDAD - 4 - Forrado de troneras

Una vez colocadas las amuradas y troneras, quedando éstas a ras de las cuadernas por su escalón, procedemos a aplicar el primer forrado. Antes de proceder, es necesario lijar las troneras y limar los cantos de las cuadernas, especialmente las de proa, para que las tracas puedan asentar lo más idóneamente posible.
Comenzamos por forrar una amurada (33) por popa:


Tomando dos tracas de sapelly de 2x5 mm, las adecuamos a la amurada (33) por su lado externo de popa, desde la última cuaderna (18) hasta el tercer escalón descendente que presenta la pieza (33). Puesto que éstas y las posteriores tracas van a estar sometidas a una cierta tensión de curvatura, conviene humedecerlas durante unos minutos antes de pegarlas con pegamento rápido. Una vez secas, retiramos con una lima el sobrante. El resultado final se aprecia en la fotografía superior.
Antes se seguir forrando las bandas, debemos cubrir con tracas de sapelly 2x5 mm la parte inferior del espejo de popa, los refuerzos (17x2) nos darán la curvatura deseada.


Como vemos, es necesario respetar el saliente de la pieza (22). Este forrado se realiza desde esa pieza (22) hasta las piezas (20x2).

Volviendo a las bandas, continuaremos colocando más tracas de 2x5 mm, pero esta vez de tilo, y usando puntas y cola blanca para fijarlas.


Cortamos las tracas de tilo de tal manera que abarquen toda la borda, y practicamos taladros de 1 mm de diámetro en aquellos lugares en los que vayamos a utilizar puntas, con el fin de evitar que las tracas casquen. Preferentemente, esas puntas se han de clavar a la altura de las cuadernas para conseguir un mayor agarre.


Comenzamos a forrar el casco de arriba a abajo. En la imagen superior se muestra la colocación de la primera traca de tilo, justo por debajo de las de sapelly. En la parte más a popa se han utilizado puntas para fijar la traca, pero en el resto de la borda se han utilizado pinzas para fijar su posición, ya que las puntas atravesarían la amurada (33) y serían visibles en cubierta.


Las dos primeras tracas de tilo van a requerir de pinzas para su sujección, pero ya la tercera traca se puede clavar en todo su largo. Antes de pegar una traca, debemos marcar y rebajar las partes que queden por encima de los orificios de las troneras con ayuda de un cúter de punta fina, marcando además la posición de los taladros.


A medida que el casco se vaya forrando, se pueden emplear trozos pequeños de traca para cubrir pequeños espacios entre orificios, tal y como vemos en la imagen, siempre que ésto sea posible.


Por la parte de popa, las tracas de tilo no mueren en la penúltima cuaderna (16), sino en la última (18) tal y como vemos en la imagen superior.

Por otra parte, en el extremo de proa vemos que las tracas cubren totalmente las amuradas (33x2), pero al llegar a la cubierta del bauprés, las tracas continúan hasta morir en los refuerzos de proa (30x2) y (31x4). A la altura de la cuaderna (2) las tracas han de soportar una gran tensión, para evitar que se fracturen, es necesario mantener estas maderas al menos 12 horas en agua para que se reblandezcan bien, aún así, hay que doblarlas con cuidado, pudiendo utilizar un secador de pelo o un estañador para dar calor a las tablas y poderlas manejar mejor.




Aunque algunas de estas tracas puedan llegar a fracurarse débilmente, el lijado que daremos más adelante corregirá ese defecto.




Hay que resaltar además que estas tracas mueren en los refuerzos (30x2) y no en la falsa quilla (1), ya que sobre la superficie de ésta se pegará más adelante una pieza de 5 mm de espesor.









Con ayuda de un cúter de punta fina podemos ir corrigiendo las zonas de las tracas que pasan por los orificios de las troneras, tallando cuidadosamente para mantener la proporción cuadrada de los mismos. Con esa misma herramienta también se pueden retirar los salientes más notables que encontremos en el casco forrado, éstos aparecerán preferentemente en las zonas donde las tracas soportan más tensión.










En esta otra imagen vemos la disposición de las tracas en el extremo de popa. Observamos que las tracas mueren ya en la última cuaderna (18) y que tapan los extremos de las tracas de sapelly del espejo inferior de popa. También vemos que las dos o tres últimas tracas de tilo han de soportar también una tensión importante, por ello es imprescindible el uso de pequeñas puntas y humedecer bien las tracas antes de ponerlas.


El resultado final del proceso es el siguiente:


Una vez seca la cola blanca, procedemos a pulir con una lija de grano medio para igualar en la medida de lo posible los salientes y vanos que presentan las tracas de tilo. Seguidamente se retocan con pintura negra los orificios de las troneras con un pincel fino.

El siguiente paso será el forrado completo del resto del casco.

SANTÍSIMA TRINIDAD - 3 - Amuradas y troneras

Una vez colocadas todas las cubiertas tal y como vimos en la entrada anterior, procederemos al forrado del casco empezando por las amuradas y troneras. Pero antes de ello se deben limar las cuadernas, especialmente las de proa.


De este modo, conseguiremos que las piezas asienten totalmente sobre los bordes de las cuadernas. A continuación procedemos a imprimir las amuradas y troneras:


Una vez impresas, las pegamos a una lámina de madera de 2 mm de espesor y las cortamos.


Antes de colocar estas tiras, es necesario tapar los orificios que presentan, para ello cortamos de la misma madera cuadrados de 13x13 mm y los pegamos por el lado interno de las piezas.


Comprobaremos que la posición de algunos orificios coincidirá con las cuadernas, en ese caso, los dejaremos abiertos y ya los taparemos más adelante. A las amuras (33x2) sólo hay que taparles los últimos tres orificios de popa, el resto quedarán abiertos.
Procedemos entonces a la colocación de la amurada de babor (33):

Posición de la amurada de babor (33) en popa.
Posición de la amurada de babor (33) en proa.
La fijación de la amura (33) al barco se realiza con cola blanca y pequeñas puntas, la pieza se pegará sobre el borde de la cubierta principal (27x2) y también a la cubierta de popa (52).


En la fotografía superior observamos la colocación de la primera tronera de babor (35), vemos que en esta ocasión la pieza termina de asentarse justo en la penúltima cuaderna de popa (16), y que va inmediatamente por debajo de la amurada (33).
Ésta y las demás troneras van a tener que sufrir una importante tensión en proa, para evitar que se rompan, es necesario sumergir la parte de proa unos minutos en agua para que la madera se reblandezca y adquiera cierta flexibilidad. La tronera se pega aún húmeda a las cuadernas de proa, la cola tardará algo más en secarse, pero con la ayuda de los clavos, la pieza mantendrá su curvatura correcta.


Dadas las dimensiones de estas piezas, es posible que el modelista no cuente con maderas lo suficientemente largas como para elaborar las troneras de una sóla pieza. En tal caso, se pueden construir en dos tramos, procurando que la junta de las dos partes se apoye justo en una cuaderna para poder clavar y pegar totalmente la pieza.
Una vez colocada la primera tronera (35), ya se pueden tapar los orificios que coinciden con la posición de las cuadernas utilizando los cuadrados que hemos cortado antes.


Ya en la última imagen, vemos cómo quedan las otras dos troneras (36 y 37) en el barco, partiendo siempre desde proa donde han de humedecerse, y terminando en la penúltima cuaderna de popa (16). La última tronera (37) debe asentarse sobre los escalones que presentan las cuadernas, si fuera necesario, se puede limar para conseguir que la pieza encaje.
Una vez colocadas todas las piezas de babor, se tapan los orificios que aún queden abiertos y se lijan las superficies para corregir imperfecciones. A continuación, se pintan los orificios de color negro para dar sensación de profundidad. No es necesario pintarlos con precisión, pues más adelante añadiremos un forro sobre estas piezas.

Todo este proceso de colocación de la amurada (33) y troneras (35, 36 y 37) de babor ha de repetirse en el lado de estribor siguiendo los mismos pasos, teniendo en cuenta que las piezas son perfectamente simétricas entre si, y basta con imprimirlas una vez más para obtener el conjunto de estribor.

En el siguiente paso, procederemos a forrar el casco al completo.